miércoles, 21 de octubre de 2009

RUTA GASTRONÓMICA POR VALLADOLID



El pasado mes de Septiembre hice una pequeña escapada a Valladolid. Llevaba mucho tiempo queriendo ir por allí, para visitar alguna bodega de la Ribera del Duero y para probar los famosos pinchos de Valladolid, y la verdad es que me quedé con muy buen sabor de boca y con ganas de volver.

RUTA GASTRONÓMICA

El viaje comenzó el viernes por la noche con una ruta por los bares más típicos de la ciudad. Un verdadero lujo para el paladar, comenzamos con el pincho de oro del 2009, “Obama en la Casa Blanca” del bar “Los Zagales”. Simplemente impresionante, por la presentación (como podéis ver), pero sobre todo por la mezcla de sabores, de texturas. Se trata de una base de hojaldre, sobre ella huevo trufado, salsa de setas y lo más original, la patata requemada. Si vais por Valladolid no os lo perdáis, os lo recomiendo encarecidamente.



Después fuimos al bar “La Tasquita”, un bar de los de toda la vida, que pone unos pinchos muy, muy buenos, para mi el mejor sin duda, el “solomillo al roquefort”. El pan es típico de allí, el solomillo está tiernísimo y la salsa de roquefort en su punto justo, con sabor pero sin ser demasiado fuerte.

Como a mi me encanta la sepia a la plancha, visita obligada era el bar “La sepia”, donde ponen un pincho de sepia a la plancha con alioli muy bueno.

En el bar del Restaurante “El caballo de Troya” probamos un “risotto de setas” que puedo decir que mejor que los de Italia, delicioso, jugoso, vamos para repetir y repetir y ….

Por último, en el “Vino Tinto Joven” probamos varios pinchos. Para empezar tomamos la tortilla de patata desestructurada (servida en copa), luego el atún a la plancha con jamón y finalmente, el carpaccio de atún. Estaban todos muy bueno, y el encargado de preparar las tapas es digno de ver, hace unos dibujos en el plato preciosos y con una rapidez que te deja con la boca abierta. El único inconveniente es el poco espacio que hay en el local, porque es pequeño y está siempre lleno.

Cambiando completamente de estilo, al día siguiente visité un restaurante con estrella michelín, “Ramiro´s”, está situado en el último piso del edificio donde se encuentra el Museo de la Ciencia, lo que hace que tenga unas preciosas las vistas por la de noche. El local y la comida me encantaron.

Como aperitivo nos ofrecieron una lámina de patata con crema de cebolla. Y a continuación comenzó el menú degustación que consistía en los siguientes platos:
Los aperitivos los presentaron todos en una bonita y moderna bandeja en la que estaban perfectamente ubicados una cucharita con una bola de jamón rellena de tomate, un rollo de pollo y tapenade de olivas.


Empanada de langostinos tigre con ensalada y helado de beicon

En cuanto a los entrantes, sin lugar a dudas, el mejor la empanada de langostinos tigre con ensalada y helado de beicon (sabrosísimo) y el yogurt de tomate con queso de cabra, fruta de la pasión y cochinillo (una especie de salmorejo, pero exquisito y eso que a mi no me gusta el tomate). El huevo con patata y crujiente de piel de bacalao era correcto pero su sabor me recordó mucho al pincho de los Zagales, al "Obama" y entre los dos sin lugar a dudas me quedo con este último.

Finalmente y antes de pasar a la carne y el pescado, nos sirvieron su plato estrella, la tortilla perfecta, se trata de una tortilla francesa con cochifritos acompañada de jugo de cochinillo. Muy sabrosa y original, porque cuando abres la tortilla (me imagino por la presentación que hecha en un aro), sale toda la yema y se mezcla con el jugo de cochinillo.

El pescado fue un San Pedro con buñuelo de costillar, un plato muy suculento y sorprendente. La carne consistió en un lomo de corzo con tres tierras (queso, cacao)

Como prepostre nos sirvieron una mousse de queso con nitrogeno líquido, muy rica y que agradecí enormente después de semejante comilona, pues es refrescante pero con sabor intenso.

Para acabar acertaron de pleno con el postre, pues yo ya no podía más, pero no podía decir no a un chocolate especiado con helado de manzana asada y aire de romero a la parrilla, un postre ligero, rico en sabores y aromas. Y todo ello acompañado de un vino de la ribera, como es lógico, “Dehesa de Canónigos”.

Otro de los sitios a destacar y que tienen mucha fama en Valladolid es "La Criolla", allí probé uno de sus pinchos, un hojaldre caliente con queso y anchoas, y tomé una de sus enormes tablas, la que aparece en la foto, llevaba de todo como podreis ver.



Por último destacar una confiteria que descubrí de casualidad al dar un paseo por la Plaza Mayor, y que luego descubrí que era una de las pastelerías más famosas y tradicionales de esta ciudad, la Confiteria Cubero. Con el café te ponen un vasito con zumo de naranja y un pastelín, y al fondo del local tienen unas reproducciones en chocolate de diferentes edificios de la localidad y también de toda la Comunidad.

2 comentarios:

  1. Hola Marta, me alegro que te gustara mi ciudad.
    La verdad es que no tenemos nada que envidiar a San Sebastian.Hablas del vino tinto, el que prepara los pinchos Nicanor, es amigo mío.Y efectivamente tiene una imaginación para crear pinchos increible,la próxima vez dile si tiene callos o vieiras a la plancha.Para morirte!
    De todos los sitios que hablas, los conozco muy bien.El mejor montadito el de la Tasquita, una de las mejores croquetas en "El corcho" cerquita del vino tinto.Y bueno podría estar escribiendote un montón de sitios más...
    Ramiro's tiene una estrella michelin, yo he ido en dos ocasiones y bien pero aunque mi pasión es la cocina es demasiado "parafernalio", no se si me entiendes.
    Si vuelves por Valladolid avisa y te recomiendo algún sitio.
    Besos

    ResponderEliminar
  2. Ah! se me olvidada yo trabajo en una de las mejores bodegas de la Ribera del Duero www.grupomatarromera.com
    La próxima vez tienes que venir a visitarnos!

    ResponderEliminar